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Las Andanzas minuto a minuto. O casi. (cronología en español)

Domingo 26 de agosto de 2007, por Cronopio


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- 12:57 hrs.. El cuenta kilómetros de Platero marca 584,8 km cuando zarpamos, por fin desde nuestro departamento en la rue Poulet (Paris 18).

- 13:54 hrs. Lleno el estanque de Platero en mi estación de servicio habitual después de comprar un pain aux noix tranché (pan con nueces cortado) donde Eric Kayser, mi panadero « casero », que está camino a Télérama (mi pega). Me gusta esta sensación de empezar las vacaciones haciendo el recorrido rutinario que hago cada dia para ir a trabajar. Ojo, que quienes no conocen París o no saben dónde está Telerama, se tranquilicen. La salida hacia la Autopista del Sur y Telerama están en la misma dirección. Soy loco pero igual...

Platero marca 593,3 km. en el momento en que se bebe 4,99 litros que me cuestan 7,09 euros.

- 15:00 hrs. Aire de Lisses

Heme aquí cuando son poco menos de las tres de la tarde de este 24 de julio, mes bendito -por algo es el séptimo- en el que me vino la loca de hacer este viaje/reunión de amores: Ardèche, Platero, Julio. Julio Cortázar, el gran cronopio.

Ardèche y más exactamente Les Vans, porque hacia allá voy. A unos 700 kilómetros de Paris, Les Vans es uno de mis más queridos "lugares en el mundo". Platero, que así se se llama mi nuevo scooter, compañero con el que me he lanzado a la aventura de hacer este largo viaje en dos ruedas. Julio, porque, además de todo lo demás, el 23 de mayo de 1982, casi a esta misma hora, empezó en este mismo Aire de Lisses, un viaje de más de 30 días que lo llevó de París a Marsella parando en todos los Aires. Una aventura que puedes y debes leer en el libro Los Autonautas de la Cosmopista, un viaje intemporal Paris - Marsella, escrito a 4 manos con Carol Dunlop, su amor, cómplice y, obviamente, compañera de viaje.

Mi versión del viaje sera distinta. No esta conmigo -físicamente- Sabina, mi Capullito de...amor. Su trabajo le impide moverse de París en estos días.

(Justo cuando cuando estoy « hablando » de tí, Capulla "bruja", me llamas por teléfono para contarme qué esta pasando con Vive la Radio! nuestra otra aventura). Para qué explicar hasta qué punto -pese a su ausencia física- Sabina estará conmigo durante todo este viaje.

La conversa con ella me deja con ánimo de seguir « en la oralidad ». Guardo la libreta, tomo el minidisc y grabo mi primera crónica.

Escuchar la primera crónica (4’46):

- Descargar la crónica a tu computador

- 15:55 hrs.: Platero marca 626,5 km cuando, después de escribir un rato, hacer unas fotos, hablar con el Capullo, grabar la primera crónica y tomarme un café, nos vamos del Aire de Lisses.

- 18:47 hrs.: Platero (766 Km.) y yo (58 anos), nos vamos del Aire de Venoy Grosse-Pierre. Un lugar con linda vista y aire puro y abundante en el que estuvimos una buena hora grabando, comiendo unos sandwiches y enviando una foto desde el celular al Capullo, la Anto y el Bertrand.

Escuchar la segunda crónica 10’42:

- Descargar la crónica a tu computador

- 19:50 hrs.: A sus 813 kilómetros, Platero se traga, en la Estación de Servicio BP del Aire de la Chaponne, 8,5 litros de bencina 95 octanos (sin plomo) que nos cuesta 12,35 euros.

- 21:17 hrs. Rápida « escala técnica » en el Aire de Chaignot. Aprovecho para sacar una foto de Platero entre unos tremendos camiones.

- 21:37 hrs.: Llego, por fin! al Aire de Beaune-Tailly donde, luego de comer y, como no! conversar con la Capu (22:40) y tomarme una buena ducha, me acuesto a dormir en la habitación 111. Me cuesta quedarme dormido, tengo por momentos la sensación de estar todavia « cabalgando » en Platero. Me quedo dormido con la tele prendida. Afortunadamente, pese a la solitaria estrella que ostenta mi habitación, la tele tiene la función sleep.

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- 09:45 hrs. : Después de patanear un rato y tomarme una buena ducha voy a tomar desayuno al restaurant del Hotel. Alli se produce uno de los momentos más mágicos la Andanza Cronológica: el insolitísimo encuentro con tres amigas de mi infancia y adolescencia calerana: las hermanas María, Cristina y Teresa Arancibia. Te imaginarás fácilmente la sorpresa, el schock y la emoción. Parte de nuestra conversación, quedó grabada. Te invito a escucharla.

Caleranos en Beaune (13’30):

- 10:32 hrs. « Si quieren me pagan y se quedan conversando tranquilos » nos dice Rosa, la portuguesa encargada de la recepción del motel, que observa entre curiosa, entretenida y preocupada, el animado encuentro « calerano » que parece tener para rato. Pagamos y seguimos hablando hasta que se nos viene imperiosamente encima la hora de dejar las habitaciones. Cada cual hace lo que tiene que hacer y, todavía en estado de schock, nos encontramos un rato después para una última conversa y ¡como no! la correspondiente sesión fotográfica.

- 12:30 hrs. Platero marca 915 km. cuando volvemos a lanzarnos a la autoruta. Chao Arancibias. Chao Beaune.

- 13:53 hrs. : Aire de Jugy. En este lugar especialmente arreglado para que los niños (¡y los grandes!) aprendan a conocer y a distinguir los champiñones, me detengo a comer algo y, sobre todo, a terminar de digerir las emociones vividas en Beaune.

- 14:32: En alguna parte de la autopista, entre Villefranche y Lyon, Platero cumple sus 1000 kilómetros. Medio en broma y medio en serio, llamo a Martine, la simpática vendedora – ¿dueña?- de Urgence Scooter, el « haras » donde Platero reemplazó al Ángel Azul. Saco una foto y con la misma camarita (Pentax 50 L) hago este pequeño video cuya calidad, obviamente, no es de las mejores pero...


Platero_a_1000
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- 15:02hrs. : Después de recorrer 412 km que me costaron 17,50 euros de peaje, salgo de la autopista en Villefranche -Linas porque se ha hecho urgente darle de comer a Platero y un letrero acaba de anunciarme que el « contournement de Lyon », autopista que pasa por fuera de la ciudad, está cerrado. Tomo la ruta 51 que me lleva hasta un pueblo llamado...Quincieux.

15:18hrs. : Echo bencina (9 litros, 11,52 euros, Platero marca 1043 km) en la estación de servicio de don Richard...Plaisantin (bromista, en francés). Sigo rumbeando por un hermoso camino que, a partir de Neuville sur Saône, me lleva a Lyon bordeando el río del mismo nombre. Hablo con Marie Edouard para coordinar mi llegada. Le digo que pienso llegar tipo 8 de la noche. Riendo, me pregunta...de qué dia? Mi fama de andar siempre atrasado es internacional.

- 17:22 hrs. : Aire de Saint Rambert d’Albon. Fotos de Platero que parece David en medio de unos tremendos camiones-Goliat.

- 17:30 hrs. : Aire de Blacheronde. Rápida pasada por este lugar que tiene una hermosa vista a un parque eólico contiguo. Me impresionan y me gustan las "eoliennes" (aerogeneradores) y sus hélices gigantes. Creo que no es sólo por lo ecológico. Hay algo estético también. Creo.

- 17:55 hrs. : Salgo de la A7 en Loriol y tomo la N304 en dirección de Privas, Aubenas, Les Vans. Queridos Julio y Carol, aquí "corto pa’ otro lao".

18:58 Subiendo al col de l’Escrinet (787 metros de altura) que une (¿o separa?) el Valle del Rhône del Valle del Ardèche (el rio Ardèche da su nombre a todo el departamento, me detengo a admirar un hermosísimo Peugeot 203 del año 1950 y a llamar al Capullo y a Marcel que no puede creer que ya esté tan cerca. ¿ Viste como los impresionamos Platero?

- 19:58 hrs. : En la bomba bencinera del supermercado Super U de Les Vans -en Francia, los supermercados venden bencina más barata que en las bencineras - Platero (que acaba de «enterar » 1275 kilometros) se traga 8,68 litros de bencina que me cuestan 10,93 euros. Ahórrate el cálculo. En bencina, el viaje costó 39,79 euros. Si le sumas el peaje, llegas a los 57,29 euros. La nada misma.

- 20:30.: Apenas llegado, Marcel y Marie me embarcan con ellos a una cena chez Daniel que yo no conocía muy bien. Conversando, resultó que este ex-ingeniero de Alcatel "reconvertido" en las gestión de recursos humanos conocía a mi buen amigo Guy le Boterf. Yo ya no me extraño de nada.

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- 12:00 hrs. : Cabaña 16 del VVF de Chambonas (Ardèche). Silencio. Solo el viento en las hojas...

Como ves, pasó un buen rato entre Beaune y el muy mágico e insólito encuentro con las Arancibia y con Calera y con mi infancia, y este momento en que ya estoy en Ardèche, instalado en el VVF de Chambonas (le Gîte Clair), donde la gran Marie Edouard me prestó generosamente este "bungalow" donde estoy solo, escribiendo en un silencio que ni siguiera las cigarras...Por ahora.

Salí pues del Aire del ex-Archeodrome (cerrado definitivamente en el 2005 por falta de « sponsors »), donde Julio y Carol también se detuvieron a pasar la noche en el motel del lugar. Motel cuya decoración, como bien decía (escribía) Julio, es efectivamente bastate bordelienne. Dicho de otra manera, parece motel a la chilena. (Se despertaron las cigarras y están cantando a los gritos).

Hay, al comienzo del texto que Julio escribió sobre el famoso Archeodrome una frase que quiero traducir (solo tengo a mano la versión francesa de los autonautas) y compartir contigo . Me parece, entre otras cosas, una manera de responder cuando alguien, al tanto de alguno de mis proyectos -este viaje, por ejemplo- suele preguntarme: ¿y de donde sacas tanta tontera? Para decirlo "poliment"

Escribe Julio: « Toda expedición, incluso tratándose de Marco Polo, Cristobal Colón o de Shackleton, supone que uno no haya perdido completamente el niño que lleva dentro ».

Escribe también, a propósito de la "manía" de ponerle o cambiarle el nombre a las personas o a las cosas: « Yo no he aceptado casi nunca el nombre-etiqueta que le ponen a las cosas. No veo por qué tendríamos que tolerar sin más lo que nos viene de antes y de afuera. Por eso le he dado a los seres que he amado y amo, nombres que nacen de un encuentro, de una coincidencia entre claves secretas y entonces mujeres se convirtieron en flores, pájaros, animales de la foresta y hubo amigos con nombres que cambiaban una vez cumplido un ciclo. El ojo podría convertirse en mono al igual que una mujer de ojos claros fue primero una nube y luego una gacela hasta convertirse una tarde en una mandrágora.

- 12:15 hrs. Nuevo paréntesis para ir a comprar un cuaderno menos incómodo que éste. Risas prohibidas. (Alusión a mi inmoderado gusto por andar comprando cuadernos y libretitas).

- 17:30 hrs. : Ya que cambié de cuaderno (so pretexto que la libreta no era muy cómoda, lo cual no deja de ser cierto), debiera esmerarme en escribir estas notas con buena letra. Como cuando -hace 50 años atras- estaba en la escuela Cemento Melón (La Calera) y me « esmeraba » (me gusta la palabrita) por tener una escritura ordenadita. De hecho, creo que siempre me ha gustado mucho cuando alguien me dice ¡qué bonita letra tienes! Curiosa expresión que no viene al caso profundizar aqui.

Lo único viene al caso profundizar aquí es el episodio de "las Arancibia". Quiero decir las hermanas Arancibia, encontradas en esa insólita mañana del 25 de julio en un estacionamiento de la Autopista del Sur, en Francia (Aire de Beaune-Tailly, para ser más preciso).

Las hermanas Arancibia, mas conocidas en Calera, mi pueblo, como “las Arancibia”, son parte de una enorme tribu cuyo fundador, don Víctor, era un comerciante infatigable al que recuerdo siempre o descargando o moviendo cajas de ’mercadería”, o detrás del mostrador de su sempiterno negocio de la calle Carrera, un poco “más arriba” de Blanco o, si prefieres, “pasadito Blanco”, la calle Blanco.

Esto del “pasadito Blanco” funcionaba obviamente para quienes venían desde la Población Cemento Melón, que era el lugar donde vivíamos quienes hacíamos parte de la “familia cementera” (habráse visto), dicho de otro modo, las familias de “los de la fábrica”, como les llamaban en el pueblo a quienes trabajaban en Cemento Melón, la empresa que, con los años, pasaría a formar parte del grupo cementero francés Lafarge. Un “guiño” del destino que alguna vez tendré que profundizar (ya van dos) .

El negocio de los Arancibia, o mas bien del “gallina”, como le llamaban los caleranos al pater familia era, en mi recuerdo, una mezcla de tienda de ropa, mercería y bazar. En todo caso, una tienda como “abarrotada”, llena de cajas de las que a menudo sobresalía un elástico, un encaje o un pedazo de camiseta. La casa familiar estaba allí mismo por lo que si uno tenía alguna relación con algún miembro de la tribu, lo que fue mi caso, podía acceder al excitante privilegio de “pasar detrás del mostrador”. En todo caso, lo del “Gallina” era uno de esos lugares que en mi percepción infantil era mucho mas una “institución” o que un simple boliche mas. Era como hablar del Vicho Cobarrubias, de los Curotto o de los Chahuán. Mas que comerciantes, verdaderos personajes de la vida local. Es claro que en el caso de los Arancibia ayudaba el hecho de que más que "gallina" don Víctor parecía conejo, ya que tuvo 8 hijos entre los que había una clara mayoría y dominación de la mujeres. No solo más numerosas sino más “gallas”. Algunas de ellas eran de mi edad y otras mayores.

Era el caso de María, la mayor de las Arancibia, que tenía unos cuantos años mas que yo, hecho que a esas alturas de nuestras vidas era claramente imposible de disimular y de soslayar. Sin embargo recuerdo haberla “engrupido”, seducido o sacado por cansancio preguntándole si había leído “El niño que enloqueció de amor”, de mi tocayo Eduardo Barrios. Era la historia de un niño que se enamoraba, hasta la locura, de una mujer mucho mayor que él. En mi recuerdo, Angélica, la “enloquecedora” heroína de la novela, tenía algo muy suave, tibiecito, tierno, que me derretía y enamoraba a mí también. Creo que algo de eso tenía o yo sentía que tenía entonces María. Obviamente, la historia duró poquísimo. Estaba claro que en algún momento de debilidad la saqué por cansancio y me dió un sí que, en el mejor de los casos, debe haber estado acompañado de alguna tomadita de mano y del algún beso furtivo que a mí me quitó el sueño pero que no bastó para impedir que solo algunos días mas tarde me dijera que en realidad...podía volverme loco si quería pero que la cosa no daba para mas. Recuerdo haber sufrido un rato pero, en todo caso, la María siguió siempre siendo una amiga buena y cariñosa.

Era una de las tres hermanas encontradas tomando desayuno en una etapa de este viaje tan especial en el que, aparte de mi preocupación (¿infantil?) de que mis viejos no se enteraran de lo del viaje en scooter hasta no llegar de vuelta (¡para qué los vas a preocupar!), ni Calera ni mi infancia habían aparecido por ninguna parte. Salvo quizá, en algún momento de reflexión, a propósito de Fulgencio, “el hombre que no tuvo infancia”; emblemático y simpático personaje con el que me comparaba a veces mi madre y del que también les hablaré en otro momento.

Tratando de “descifrar signos sin ser sabio competente”, me parece impresionante lo sucedido en Beaune. La increíble sincronía que anuló la casi total improbabilidad de que, según las reglas de la “lógica pura”, me topara con las hermanas Arancibia de Calera en uno de los casi 60 parkings de una de las tantas autopistas francesas.

Dándole vueltas y vueltas a la cosa, se me aparece de repente la idea de que no por nada esto pasó en el Aire (Parking) donde también estuvo el famoso Archéodrome, que era una suerte de museo/reconstitución de la guerra de las Galias y del histórico enfrentamiento entre Julio César y el galo Vercingetorix, el “padre de la patria” de los franceses. Mientras "rumbeaba hacia el famoso Aire de Beaune/Tailly, ví en la autopista varios anuncios Archeodrome fermé. Recordando la sensación de "viaje en el tiempo" que me había dejado el texto de Julio sobre el lugar, me dije: está claro que no vamos a tener viaje en el tiempo. La verdad es que el tema no me preocupaba mucho porque cuando llegué por fin al lugar (21:30hrs) lo único que quería era encontrar una cama. Cama que encontré en la habitación 111, una estrella, 45 euros, que tenga usted unas muy buenas noches... (por qué sera que en español las “buenas noches” son plurales?)

Como dice la formula consagrada, “no es por hacerle publicidad” pero la verdad es que el lugar mas allá del look hotel parejero, era un lugar agradable y más bien barato en el que, como han podido constatar, se pueden producir los mas insólitos encuentros y los más inesperados e improbables viajes en el tiempo.

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- 12:00hrs. : Después de subir "carreteando", es decir deteniéndome para mirar, para sacar fotos y para emocionarme tranquilo, he llegado al cruce del camino a Thines con el camino de Valbelle. Alli uno abandona la ruta de Thines para ir a La Lichère. Pero he decidido que no voy a subir a La Lichère, por ahora. Sigo entonces a Thines.

Vamos, súbete a Platero y hagamos el camino juntos. Así yo me ahorro un cuento y tú descubres este paisaje con tus propios ojos. Hazle play al video.


Subiendo a Thines - En route vers Thines
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Para los curiosos: este video también fue hecho con la modesta camarilla digital Pentax 50L.

- 13:00 hrs.:"Armado" del carnet marrón, me siento en una mesa del Auberge de Thines luego de tener una “conversa” con Patrick, justo al ladito, en el cementerio de Thines, donde descansa junto a Lolotte, su compañera; Amelia, su madre; Serge, su padre y Elsa su suegra. Pensaba escribir. Pero la animación que reina en este lugar y el hecho de que, por lo visto, ya le dije a Patrick todo lo que tenía, por ahora, en la cabeza y en el corazón, han reducido la “escritura” a dejar estampada la hora y un par de comentarios sin gran importancia. Puedes, si lo deseas y entiendes francés, escuchar mi "conversa" con Patrick.

La "conversa " con Patrick (21’05):

- 20:00 hrs. Cena -¡pizzas maravillosas!- en un restaurant de Brahic con el “Sexteto Mayor” ardéchois o, si prefieres, los amigos más viejos y queridos: Marcel, Marie, Denis, Colette, Remy et Fabienne.

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- 11:00 hrs. Reportaje en el Marché des Vans. El día sábado, Les Vans vive una tremenda y entretenida agitación. Es el día de la feria. Y, sobre todo, es el día en que es posible encontrar, vendiendo, comprando o paseando, a los amigos del lugar y a los, no pocos, que andan de veraneo. Hice varios reportajes en el mercado. Estan en francés y puedes escucharlos a continuación.

Reportaje en el Marché des Vans:

- 20:00 hrs.: Cena con Antoine y los suyos y larga velada “afectivo guitarrera”. Toto, que por primera vez después de la muerte de Patrick, su padre, se ha animado a cambiarle las cuerdas a la guitarra (clásica) que Patrick mas usaba, me pide que le enseñe "No existen", una canción que Patrick creó a fines los anos 70. Recuerdo que fue una tarde, en la casa de Saint -Ouen. Patrick me dice escucha esto. Era una cancion sobre un tema que le obsesionaba: las fronteras. Para él, "no existen", sobre todo, como dice la canción: entre toi et moi.

Me pide, luego que traduzca el texto. Apoyado en el piano hago una rápida traducción de cuya pureza literaria no estoy muy convencido pero que queda para siempre como "el" texto en español". Nos ponemos de acuerdo en una estructura: él empezará cantando el texto en español, yo la cantaré luego en francés y, la tercera vez, alternaremos las frases cantando esta vez cada cual en su "idioma matermo". Esta canción es para cuando vuelvas a Chile para que la muestres a tus amigos. Lo hice, el 8 de diciembre de 1989, en la casona de San Isidro. Diego y Antonia reemplazaron a Patrick que no pudo cumplir su sueño de que algun día la cantaríamos juntos en Valparaiso.

Para muchos de nosotros, los de la gran familia "ardechilena" No existen es una canción-simbolo de las cosas más queridas de entre las muchas que hemos tenido la suerte de compartir. Fue evidentemente una gran emoción que Antoine me pidiera que se la enseñara.

Anotamos el texto, anotamos los acordes, ensayamos y, por cierto, nos equivocamos unas cuantas veces. Al final, decidimos grabarla. Como saliera. Las cuerdas de las guitarras y las nuestras, las vocales, no estaban de lo más afinadas. Pero nuestras emociones estaban a fondo.

Escucha "No existen" (4’24):
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- 13:00 hrs.: Almuerzo chez Marcel, con Marie, Grégoire, Agathe (la novia de Grégoire) y Aurelie, “amiga del alma” de Agathe.

20:30.: Cumpleaños de Agathe. Bailongo y discusión al borde del Chassezac con sus padres. Y en particular con su padre, Jean- Jacques Salgon, profesor de física y escritor, que anduvo “patiperreando” en Chile en 1971.-acaba de publicar un libro llamado Gueules de Pierre.

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- 14:09 hrs.: Compras en el supermercado. Pescados (julienne, salmón), mariscos (cholgas) y crustáceos (langostinos) para hacer algo que será como un híbrido mariscal/ceviche.
- 16:00 hrs.: Paseo a la baignade con Marcel y Odanac, el perro de Patrick que los Edouard conservaron.
- 20:00 hrs.: Cena en La Cèze - mi "bungalow- con casi todo el Sexteto. Solo faltaba Fabienne Belhomme. Pero "a cambio", apareció Clémént, el otro hijo -saxofonista- de Marcel y Marie. El mariscal/ceviche mató. Ya les daré la receta.

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- 8:30 hrs.: Entrevista con Rémy Belhomme, mi amigo agente immobiliario y cantante de Docteur Sigmund, grabada en una de nuestras picadas habituales: el Bar des Sports. (Entrevista en Francés)

Entrevista a Rémy Belhomme (18’24):

- 13:00 hrs.: Después de una ultima pasada donde los Edouard para despedirse, prometerse de todo y agradecerles una vez mas, chao Les Vans, hasta la próxima.

- 14:00hrs.: Bagnols sur Cèze.

Eh bin, querido Julio. Creo que aquí hay una Berthe Trépat (personaje de la novela Rayuela). Estaba en la Brasserie de l’industrie de esta ciudad a la que por lo demás aun no le encuentro el charme especial que dicen que tiene. En todo caso, no está en esta esquina con monumento a los caídos en Indochina, boliches y oficinas tan “passepartout” como el supermercado Casino, la BNP-Paribas, el Crédit Agricole, Laforet Immobilier, el Café de Paris y la Brasserie le Louvre que además de “copete” tiene billares.

Bagnols sur Cèze (Cèze, les recuerdo, era el nombre de mi "bungalow" del VVF) está camino a Avignon donde se terminará la fase “scooter” de estas Andanzas. Hasta ahora todo ha funcionado de maravilla en prácticamente todos los sentidos. Platero ha estado perfecto. El tiempo, nada que decir, lo que ya es muchísimo en este verano particularmente nulo. Las gentes cariñosas, los amigos cada vez más cercanos y la escritura que empuja por donde puede, como puede y cada vez que puede. La verdad es que, al menos en esta pasada, siento inevitablemente más ganas de contar que simplemente de “contarme”, mas allá de que, incluso en los retratos de otras personas, en las descripciones de algún paisaje, uno igual habla de sí mismo. Creo.

Ya les contaré mas tarde si Bagnols-sur-Cèze valía la pena porque siento que no tendré tiempo para explorarlo y escribir ya que cuando me pare y parta no voy a parar hasta Avignon. Ni siquiera para hacer una foto. Aunque uno nunca sabe.

P.S. Michel Serrault e Ingmar Bergmann sont partis. Mis respetos, eminencias.

- 18:00 hrs.: Después de perderme un rato pero ir igual a dar una vuelta rápida al Palacio de los papas y al famoso Pont d’Avignon, acompaño a Platero a su tren de seres con ruedas (Auto-Train) y yo parto a la modernísima estación del TGV. A más de 200 kilómetros por hora, grabo una última crónica. Llegamos a la Gare de Lyon a las 20:43 y un taxi me lleva a la Rue Poulet donde "aterrizo" a las 21:30 hrs. Una semana y casi 7 horas después del comienzo de estas inolvidables Andanzas Cronológicas. Gracias a la vida...

La ultima cronica (6’09):

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