Viernes 31 de julio de 2009
Julio Cortázar utilizaba a veces una expresión que, desde la primera vez que la escuché, me pareció una manera genial de mirar y confesar sus debilidades -las de uno, las mías, no las suyas- con una "fluidez" y una "gracia" de ésas que cuesta mucho alcanzar.
Ajeno a toda autoflagelación a menudo hipocritona, Cortázar hablaba más bien de la ausencia de un atributo positivo que de la presencia de uno negativo. Y créanme que no da lo mismo. Para ello usaba la expresión "no me ha sido dado". Ejemplo: en vez de decir "soy un desordenado", él habría dicho más bien: el orden es algo que no me ha sido dado [1]
No sé tú (como dice el bolero) pero encuentro el truco genial. En todo caso a mí me ha ayudado mucho a "verbalizar" y "confesar" cada vez con más soltura (creo, espero..) mis "defectos", "taras", perdón, todas las virtudes que no me han sido dadas.
Entre las cosas que, claramente, no me han sido dadas, está la de hacer las cosas "como corresponde". Podría latear a unos cuantos haciendo la lista de todas las "singularidades" que reflejan dicho -para algunos insoportable- rasgo de mi personalidad.
El abuelo un día...(de vez en cuando)
Naturalmente, mi "abuelitud" no podía escapar a la regla. No soy - aunque me hubiera gustado mucho- el abuelo patriarca que en su vieja casa perdida en la montaña acoge a sus nietos, les cuenta cuentos, les enseña secretos y les pide que comprendan a sus pobres padres porque - ¡créanme, yo los conozco por que yo los hice!- son buenas personas. No me ha sido dado un tal ejercicio de mi condición de abuelo, "papí" o grand père...
Es cierto que nuestro depto parisino está en Montmartre [2] y si le agrego los seis pisos que hay que subir a pié, no pocos tienen la sensación de haber escalado poco menos que el Everest . Pero dejémonos de leseras. No es la montaña con la que había soñado. Esa, hasta ahora..."no me ha sido dada". O a la pasadita, de vez en cuando.
En cuanto al "flujo nietil", tampoco me han sido dados en cantidad y la única que tengo "tiene otros compromisos" que hacen difícil que, en términos prácticos, pueda yo ser abuelo a tiempo un poco más completo.
Es por eso, entre otras cosas, que la estadía de Lila Ainoa a este lado del Atlántico es una verdadera fiesta que conviene vivir y anotar como corresponde.
Voici de hecho, una primera "huella" de estos días que, en los próximos días, tendrán una "segunda patita" en Ardèche. Esto pasa en París, en el Jardín de las Tullerías, donde se instala todos los veranos una gran "Fête Foraine" (parque de atracciones) con Festival de Jazz gitano y todo.
[1] Yo trato de decirle lo mismo a la Sabina pero no se la traga...
[2] Su nombre viene o del latín (Mars: monte de Marte) o del griego (Martus: monte de los mártires