samedi 4 juillet 2020, par Cronopio
Fue, si no la última, la más espectacular de las ceremonias de cambio de mando en los recién renovados municipios franceses. Marsella, segunda ciudad de Francia y, en cierto modo, puerto principal, provocó, al igual que su lejano primo chileno, Valparaíso, un choc esperanzador al elegir por primera vez una mujer como alcaldesa luego del "reinado" de un cuarto de siglo del derechista Jean-Claude Gaudin.
Líder de la lista Printemps marseillais (Primavera marsellesa), médica, ecologista y feminista, Michèle Rubirola logró unir tras su candidatura a su partido Europa Ecología Los Verdes (EELV), al Partido Socialista, al Partido Comunista y a la Francia Insumisa. Constituir esa amplia alianza fue, sin lugar a dudas, su primer gran logro.
Mientras del otro lado del Atlántico los estadounidenses celebran su independencia en un contexto de triple pandemia - coronavirus, racismo renovado y...Donald Trump lanzado a la carrera por su reelección - Francia acaba de cambiar de Primer Ministro. El escogido, Jean Castex, un « alto funcionario eficaz [1] pero sin brillo que no le hará sombra al presidente », según comentaron quienes ven en su nombramiento la preocupación de Emmanuel Macron por crear las mejores condiciones posibles para ser reelegido el 2022.
En todo caso, en materia de buenas noticias, ninguna es más importante que la llegada hoy a París, de Lila Ainoa, mi nieta mayor.
[1] Estos últimos meses, Castex estuvo a cargo de la preparación del desconfinamiento de los franceses que le llaman Monsieur Déconfinement